Autor: Mai Jia
Traductora: Claudia Conde
Editorial: Destino
Primera edición: junio de
2014
IBSN: 978-84-233-4806-0
Seducida por la literatura
japonesa, he querido bucear en la narrativa china. Aconsejada por un librero
adquirí esta novela de un autor que me era desconocido y que, parece ser, ha
cruzado la frontera hacia la conquista de Occidente. Ha sido una experiencia
curiosa, distinta y grata. Ahora, deseo que la editorial siga traduciendo las
obras de este gran escritor y no nos deje con la miel en la boca…
Mai Jia publicó “El don”, su primera novela, que tardó en
escribir once años, en 2002 y tuvo en su país un éxito inmediato. Ha vendido 5
millones de libros en papel y cuenta con más de 100 millones de lecturas online. Tras esta espectacular entrada
en el mundo de las letras, ha conseguido los premios literarios más importantes
de China. Entre sus obras (sin traducir) destacan: En la oscuridad, el mensaje, Susurros en el viento y Knife Point,
todas ellas súper ventas. Sus libros se han adaptado a la gran pantalla y
parece ser que han sido éxitos en taquilla.
La vida del escritor, parece ser paralela a las
curiosidades de su obra. Nació en 1964 en un pequeño pueblo de montaña de la
provincia de Fuyang. A los 17 años se alistó en el ejército y estudió
radiocomunicaciones. Durante dieciséis años estuvo escribiendo novela de manera
interrumpida y vivió en seis ciudades distintas. Pasó en el Tibet tres años,
época en la que se comenta que solo leyó un libro. La experiencia de esa vida
nómada, le ha servido para realizar lo que considera su pasión y objetivo:
escribir.
Utilizando un narrador omnisciente, que intercala con
fragmentos de una entrevista que un periodista realiza a diversos personajes,
Mai Jia nos muestra al protagonista de la obra, a Rong Jinzhen, un chico
diferente, criado por un extranjero en la china de los años veinte que
interpreta sueños. Solitario y con una inteligencia superior desarrolla el don
de las matemáticas, capacidad que marcará su vida y mantendrá al mundo en jaque.
Mientras leía la novela, distinta a todas las que han
caído en mis manos, descubrí detalles que me hicieron recordar a uno de los
grandes del realismo mágico, a Gabriel García Márquez. Tras acabar la lectura y
buscar información sobre el autor, he comprobado que es un admirador de Márquez
y Borges. El escritor te acompaña por la saga familiar de los Rong, a través de
varias generaciones, donde hay características que se repiten. Jinzhen tiene
una cabeza grande, al igual que su abuela, una de las primeras mujeres que
estudiarán en la Universidad N de matemáticas. Su Macondo se convierte en la
ciudad C.
Libro que mezcla sueños, genialidad y locura, códigos
encriptados, espías y personajes enigmáticos. Toda la narración está
salpimentada con detalles sutiles que aportan magia a la narración, como unas
flores de peral que el protagonista debe recoger cuando es un niño, y sin saber
matemáticas tiene que hacer coincidir con los días de la vida del hombre que le
hace de padre; partidas de ajedrez con un genio que se ha olvidado de su
identidad; una libreta azul en la que escribe sus ideas dispersas y que cuando
la pierde se queda en ella su cordura; y su habitación, cuyas paredes se
convierten en la pizarra donde desentraña los secretos de la criptología que
interpretará durante el sueño.
Lo dicho, a la espera de nuevas traducciones. Que no
tarden…
Griselda Martín Carpena
31-3-2015
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