Autora: Banana
Yoshimoto
Editorial: Tusquets
(colección andanzas)
Traductora: Lourdes
Porta
Ilustración: Paul
D’Innocenzo
172 páginas
ISBN: 84-8310-324-9
Cayó en
mis manos una novela de Murakami, “Kafka en la orilla”, cuya lectura se
convirtió en un primer contacto con la esencia de la literatura japonesa. Tras
leer toda la obra de este autor y afectada, sin saber aún el motivo, sentí que
necesitaba más y entré en el mundo de Hiromi Kawakami, dejándome envolver de
forma ya incondicional por el componente emocional y sensorial
que los
escritores japoneses imprimen en sus escritos.
Tras la
experiencia de Hiromi seguí con la búsqueda y me perdí entre los pasillos de
una librería, donde encontré este ejemplar de Banana Yoshimoto. Al terminar la
lectura, acudí de nuevo al estante japonés y me compré todos los libros de esta
autora que, gracias a las traducciones de Tusquets, podemos disfrutar aquellos
lectores que en Occidente hemos sido inoculados por la sensibilidad nipona.
Banana
Yoshimoto nace en Tokio y estudia literatura en la Universidad de Nihon. Autora
japonesa que, junto a Murakami, ha obtenido más premios en los últimos años.
Siendo estudiante, publica “Kitchen”, ganando el premio Newcomer i el Izumi
Kyoka, obra que ya cuenta con más de sesenta ediciones y que ha sido llevada al
cine en varias ocasiones. En nuestras librerías y publicada por Tusquets
(colección andanzas), podemos leer “N.P.”, “Amrita” y “Recuerdos de un callejón
sin salida”.
“Sueño
profundo” consta de tres relatos escritos en primera persona: “Sueño profundo”,
“Los viajeros de la noche” y “Una experiencia”. En todos ellos, tres mujeres,
marcadas por la muerte, se dejan llevar por la somnolencia como estado para
alejarse de su cotidianidad. La muerte y la vida, el sueño y la realidad están
conectados, se difuminan las fronteras y conviven con el personaje como si todo
fuera un mismo plano.
Terako, en
el primer relato, tal vez enamorada de un hombre con quien no puede establecer
relaciones estables, vive el duelo por la muerte de su amiga Shiori. El estado
de somnolencia al que se abandona le haré cruzar puertas que, seguramente,
siempre han estado abiertas.
En el segundo relato, la muerte de
Yhosihiro es el detonante para que Shibami, su hermana y narradora de la
historia, sienta como propios los cambios de las dos mujeres que marcaron su
vida.
En el
último, conocemos a Fumi, que entra en un letargo inducido por el alcohol. Como
a Terako, la somnolencia la aparta de una realidad que le duele, que no
entiende y que la llevará hasta una música extraña donde habita Haru, joven que
ha fallecido sin que la protagonista lo supiera y con quien competía por una
rivalidad amorosa.
En las
tres historias el sueño, como huida, se mezcla con una realidad que incomoda a
sus personajes. La muerte de personas importantes en su vida, detonante de los
relatos, se introduce en el mundo onírico, formando un bucle en el que
realidad, sueño, vida y muerte se funden en la unidad de una existencia en que
el corazón se superpone al intelecto.
Historias
sobrenaturales, misterio, sensibilidad e intimismo son algunos de los
ingredientes que utiliza esta autora para mostrarnos su universo de apariencia
triste, etéreo, saturado de sombras y vacíos, donde los personajes afrontan las contradicciones de su
conciencia, aceptándolas…
GRISELDA MARTÍN CARPENA
12-9-2013