HIROMI KAWAKAMI
Acantilado
(Quaderns Crema)
Primera edición,
octubre 2012
239 páginas
ISBN 978-84-15689-03-4
La Prendería Takano no es
un anticuario, insiste en aclarar su propietario, es una tienda de segunda
mano.
Como todos los detalles de
esta novela, y al contrario de los objetos que se acumulan sin orden en el
local, nada es superfluo en la narración, tampoco esta frase. La Prendería no
tiene antigüedades en sus rincones, ni en sus estantes, contiene objetos actuales,
desechados por sus propietarios o que han trascendido a su muerte. Objetos
frágiles, malditos, olvidados…, objetos que se pueden reinventar...
Hitomi, joven japonesa,
entra a trabajar como dependienta en el local del señor Nakano. Como narradora
y personaje central, es la mirada delicada e introspectiva que utiliza la
autora para mostrarnos las costumbres y peculiaridades del Japón contemporáneo.
Cree enamorarse de Takeo, el tímido ayudante del propietario que, como la
tortuga pisapapeles de la Prendería, se esconde o bien se aleja para
protegerse.
Masayo, la hermana
inquieta e independiente de Takano, acude regularmente por la tienda. Sin
descanso, confecciona y expone muñecas y atormenta a su hermano con sus
relaciones amorosas. Es la figura reflexiva, la rebeldía ante la aceptación que
muestra la mayoría de personajes.
Nakano cierra la
Prendería, se cansa del negocio, igual que se cansa de sus relaciones
sentimentales. Pasan tres años y los cuatro personajes se reencuentran en el
nuevo local de Nakano. Hitomi y Takeo se han reinventando, son dos personas
diferentes, al igual que el nuevo negocio, donde ya no hay objetos usados, sino
antigüedades occidentales.
Como en sus anteriores
novelas, Kawakami nos muestra abundantes referencias sobre la cocina japonesa;
sobre la muerte, a través de los objetos que sobreviven a sus propietarios o a
través de las reflexiones de Masayo y vuelve a tratar sobre las difíciles
relaciones sentimentales, donde los emociones se esconden en las miradas perdidas
y las palabras no dichas.
No es una narración que destaque
por un ritmo trepidante ni por giros inesperados, tampoco por un desenlace
impredecible. Si te atrapa es por la suavidad de sus descripciones, por la
fragilidad de unos personajes cuyas vidas se amalgaman con las historias que
esconden los objetos acumulados en la Prendería. Personajes y objetos se
entremezclan, forman un todo, unidos por sutiles detalles que su autora nos va
regalando en cada página, como un juego, un reto que el lector debe captar.
Leer una obra de Hiromi
Kawakami es dejarse absorber por la suavidad de su pluma, entrando en un oasis
donde el tiempo parece detenerse y la sensibilidad emerge a la superficie como
las flores de loto a través de las aguas estancadas. Puede parecer que no pase
nada, pero en realidad la vida fluye a través de cada párrafo, de cada detalle.
Tan solo tienes que dejar que te empape la fina lluvia de sus palabras.
“La lluvia caía con redoblada intensidad.
Empezamos a oír algunos truenos. Takeo y yo seguimos abrazados, sin decir nada.
Cayó un relámpago y, al poco rato, un trueno retumbó cerca de allí. Nos
separamos y echamos a andar cogidos de la mano, aunque nuestros dedos apenas se
rozaban.”
GRISELDA MARTIN CARPENA
1-5-2013
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