SOBRE UN PUENTE DE MADERA
Ella, él, camina sin prisas, sobre un viejo puente de madera, suspendido en el aire.
Desde la altura, observa infinitos mundos, pero fija su mirada en tan solo dos.
A la derecha, sus ojos se detienen en el llamado mundo real, donde los hechos parecen ser previsibles, la lógica lleva el compás de una orquesta formada por personajes anónimos, que se confunden en el gris de la ciudad, en el sonido hipnótico de lo cotidiano.
Como en un enjambre de abejas, cada individuo ejecuta su tarea, a menudo sin pararse a pensar el porqué, el para qué. Las manecillas del reloj describen la circunferencia del tiempo, son incansables y, no está permitido hacer un alto en el camino… desde el principio de los tiempos, ha sido así.
La jornada llega a su fin y los personajes del mundo de la derecha vuelven a su cuadrícula hipotecada. Se apaga la luz, y por la noche, construyen sueños que a menudo se desvanecen al alba.
Ella, el, observa el otro mundo, el de su izquierda, un escenario en blanco, vacío, silencioso, oculto entre las sombras del anterior. Se introduce, penetrando en la cortina de penumbras, y con los ojos cerrados, se deja absorber por una espiral de sensaciones.
Percibe un murmullo, insistente, que exige colores sin etiquetar, sonidos nunca escuchados, paisajes cambiantes, caminos por recorrer que aún no existen, vivencias paralelas, que hubieran podido ser. El murmullo se convierte en un grito, que lanzan personajes invisibles y, ella, el, no puede hacer otra cosa que obedecer.
Detiene su lento caminar sobre las tablas del puente viejo de madera, busca un rincón tranquilo, bañado por la luz del atardecer y rescata de los sueños, las palabras nunca dichas, los gestos no mostrados, las vivencias que podrían ser. Del mundo de la derecha, toma el material, lo amalgama con lo improbable, le añade peculiaridades, le arranca aristas, lo impregna del aroma a nostalgia que percibe desde la distancia, en lo alto del puente de madera y, traslada todo el contenido al mundo blanco de la izquierda.
Ella, el, está escribiendo.
Griselda Martín Carpena
15-06-2009
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