GRIS DE
GRISELDA
Autora y directora: María Gasa
Ayudante de dirección: Maribel Gasa
Música, decorado y vestuario: Maribel Gasa y Andrea Aznar
Actrices: María Gasa, Maribel Gasa y Miriam Rodríguez
Escenario: Hortoneda
Tras recorrer un bello
paisaje salpicado de pantanos azules y traspasar el límite de la roca Sagrada,
los móviles dejan de funcionar, Internet es un lugar prácticamente inaccesible
y accedes a un pequeño pueblo cobijado entre montañas, con personas gentiles y
la paz de un silencio enmarcado por un hermoso cielo pintado de estrellas.
El día 15 de agosto,
fiesta mayor de Hortoneda u Ortoneda, población de Lleida donde la “hache”
parece que también esté invitada al baile de la noche, se representó “Gris de
Griselda” una magnífica obra de teatro dirigida e interpretada por estudiantes.
Ilusión, pasión, genialidad y una gran profesionalidad me hicieron intuir un
futuro esperanzador en el mundo de las artes escénicas para todas ellas.
Tuve el enorme placer de
asistir como espectadora a una obra de teatro donde la protagonista era esa
autora impaciente, obsesiva, exigente y fantasiosa que desde el día de mi
nacimiento convive con mi persona. María Gasa interpreta a Griselda, la pasión.
Maribel Gasa en el papel de Gris es la cordura que habla en susurros, la
esencia de su vida y Miriam Rodríguez es Marina, su personaje más querido, esa
adolescente que no quiere crecer en un mundo que no entiende, que no le gusta y
que nunca ha dejado de creer en las hadas.
“Más allá de la vida, cuando abandonas tu cuerpo y parece que has dejado
de existir… ¿Se pueden abrir nuevas puertas a mundos paralelos?”
María Gasa, arrinconando
el pánico escénico que la saturó el momento previo a empezar la obra, se olvida
de su persona, hace suyo el personaje y nos sorprende interpretando un papel que la absorbe. María deja de ser una
estudiante de artes escénicas, se convierte en Griselda y nos muestra a lo
largo de la obra que al cruzar la frontera existe la posibilidad de otras
existencias posibles.
Los focos se encienden y una habitación
desordenada son el escenario iluminado hacia donde se dirige la mirada de los
más de doscientos espectadores que esperábamos que empezara la función. Papeles
arrugados, esparcidos por el suelo y libros, muchos libros son los dos
elementos que absorben el pensamiento de la protagonista, una mujer que
estirada en la cama busca obsesionada la frase perfecta que preceda al punto y
final del manuscrito que tiene en su regazo.
Toma notas en papeles que
luego arruga y lanza a los pies de la cama. Subraya frases en los libros, se
levanta inquieta, pasea por la habitación hasta que, con el rostro iluminado
por la idea, vuelve a sus notas. Ha encontrado la frase, y el punto final la
conduce a ese mundo de placer que otro escritor puede entender.
“Cuando cerramos el local, una hermosa flor
de loto tatuada en mi hombro me recordará siempre que más allá de las capas de
fango, más allá de las dudas, del hedor de vacío y de los sueños caducos,
existe una luz.”
Feliz,
exhala la que parece ser la última calada de un pitillo e inerte yace en la
cama, envuelta de sus novelas, de sus notas y de ese manuscrito que tal vez
nunca vea la luz.
Se
interpreta la fantasía que sienten algunos escritores por encontrarse y hablar
con sus personajes, como una manera de pensar en esa obra mayor en la que
aparecerán todas sus criaturas de ficción. Sueño que grandes maestros como Paul
Auster hizo realidad en su obra titulada: “Viajes por el Scriptorium”.
Marina,
vestida de negro, aparece con los cabellos largos, tapando su rostro cubierto
de lágrimas. Se sienta en el borde la cama. Llora por su autora, por su amiga,
por aquella persona que siempre buscó sin darse cuenta que la encontraría, con
los años, en el reflejo de un espejo.
Griselda,
encarnada en María, abre los ojos. No entiende los lloros de Marina, no
entiende qué hace a los pies de su cama. Se levanta, enciende un nuevo
cigarrillo y, enfurecida, tira los objetos que hay encima de la mesa. Creo que
estoy muerta, verbaliza, pero inconformista hasta con la muerte se niega a
aceptar su actual estado.
Recuerdos
del pasado la devuelven a la infancia. Siente el sabor de aquellos deliciosos
pasteles de chocolate. Victoria, Pere, su madre… Personajes reales de su vida
se mezclan con los personajes que viven en el papel.
Al
ritmo de la música de Eva Nova (ma
l'amore no), María, en el personaje de Griselda, una mujer que vive en el
Entremundo se mezcla con el público, tal vez sus lectores, tal vez sean para
ella sus personajes, los que viven en el papel y los que han muerto con ella.
Los invita a bailar una melodía dulce con sabor a pasado.
Gris, la voz, la esencia
de la autora, le recuerda que no puede volver hacia atrás, que un nuevo camino
la espera. Yo soy tu. Mi momento aún no ha llegado, pero tu debes marchar.
“No tardarás en dejar este presente. Serás transportada para observar
la vida con ojos mágicos. Te convertirás en una hada.”
Griselda observa su
destino y al ritmo de “Wezeer - island in the sun” decide explorar otra
dimensión, pero antes tiene que encontrar a sus mujeres…
“Mujeres en la sombra” no aparece, la novela parece ser que se resiste a
abandonar el mundo real, y toma en su lugar el manuscrito por publicar.
Convertida en Akhasia recorrerá el mundo etéreo a la búsqueda de un editor para
su última novela: “La agenda roja”. Impaciente y tozuda hasta la eternidad.
Suena la música de Beatles
“here comes the sun”
“Aquí viene el sol. Ha sido un largo y duro invierno. Siento como el sol
se derrite suavemente.”
MÚSICA DE “GRIS DE GRISELDA”
Claude debussy - claro de luna
http://youtu.be/egB9r6v28Uw
Eva Nova - ma l'amore no http://youtu.be/ShEOo9Kq6hw
Wezeer - island in the sun http://youtu.be/NnAy_ba-3Pg
The beatles - here comes the sun
http://youtu.be/U6tV11acSR
GRISELDA MARTIN CARPENA
16 de agosto de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario