Comedia musical que, tal y como
comenta su productora, Helena Moliné, nace de la perplejidad e indignación ante
la corrupción que cada día inundan las noticias.
Felix Millet, saqueador del Palau de la Música y estafador
voraz, luce entre sus antecedentes con la honorable Creu de Sant Jordi por su
contribución al país, y con otras incontables condecoraciones. Este prohombre,
que se nos ha vendido como un modelo a seguir, se convierte en el teatro
Almería en objeto de ficción, protagonista patético de una obra que sitúa al
personaje donde hace tiempo tendría que estar, en una “jaula”.
Tras su confesión de una estafa de 3 millones de euros, que
la fiscalía valoró en ¿30?, ya han pasado tres años. Quizás el juicio prescriba,
quizás nunca aparezcan los millones de euros que “nos ha robado” y, para
compensar la espera, la compañía la Mama, financiada por micro donaciones a
través de Internet, nos presenta a un ficticio Millet para que pueda explicar
su versión de los hechos.
Empieza el musical y un brillante Marc Pujol, caracterizado
en un anciano, sale de las sombras protegiéndose con una silla. ¿Dónde está?¿De
quien se protege?
A Millet lo han secuestrado, no sabemos quién, y dispone de
una semana para explicar los motivos que han llevado a este elemento insigne y
perteneciente al clan de las 400 familias poderosas del país a convertirse en
uno de los pioneros con nombre y apellidos que han contribuido a sumergir el
país en la ruina más absoluta.
¿De quién se protege Millet?
Sin duda de nosotros, de todos nosotros, de unos ciudadanos
castigados por recortes, paro y miseria que ha sido provocada por la codicia de
bastantes “insignes” que seguramente le han pedido…, diré favores.
Marc interpreta a un Millet niño que concebía desde la
infancia a una Cataluña como de su propiedad y que ya prometía futuro robando
caramelos a sus hermanos. Se transforma en un joven seductor que compra mujeres
para calmar su voracidad sexual estimulada con fármacos y por la visión de
películas porno que, presuntamente pagadas con nuestro dinero, encargaba a
terceros que le bajaran de Internet.
Adulto chaquetero que tenía amistadas de todos los colores
políticos, baila claqué mientras saca de un sombrero de copa billetes de 500
euros. Para él y para el Palau, explica al público. El segundo es la excusa, en
cambio el se lo merece todo…, Cataluña es suya.
El pianista, Xavier Bonfill, es la voz, su interrogador que,
al final de la obra, se muestra en una pantalla como Anonymous. Es la voz de
todos los seres anónimos que pedimos respuestas, acciones.
Tengo que elogiar a Marc Pujol, actor que lleva el peso de
toda la obra y consigue mantener atento al público. Canta simulando la voz de
Millet, baila Claqué, interpreta y demuestra la genialidad propia de uno de los
mejores actores que podemos disfrutar en la actualidad y sin perder ni un ápice
de cordialidad con espectadores y prensa, gesto que lo engrandece.
Tan solo me queda una pregunta: ¿saldrá Millet de su
confortable mansión y lo veremos algún día ante un tribunal?
Supongo que no. Se envuelve en una manta que muchos no
quieren que guarde en el altillo.
Direcció artística Jordi Pérez Solé
Producció artística Helena MolinéDramatúrgia Xavi Morató, Jordi Pérez Solé i Helena Moliné
Text i lletres de les cançons Xavier Morató
Creació i direcció musical Xavier Bonfill
Repartiment Marc Pujol, Xavier Bonfill (músic)
Una idea original de la Mama i Marc Pujol
PUBLICADA EN:
http://www.catacultural.com/?p=10385
http://properaparadacultura.blogspot.com.es/2012/05/millet-la-parodia-del-gran-espoli-al.html
GRISELDA MARTIN CARPENA
22 de mayo de 2012
PUBLICADA EN:
http://www.catacultural.com/?p=10385
http://properaparadacultura.blogspot.com.es/2012/05/millet-la-parodia-del-gran-espoli-al.html
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