Autor: Natsume Sôseki
Traductores: Yoko
Ogihara y Fernando Cordobés
Postfacio: Kenzaburo
ôe
Editorial:
Impedimenta
441 páginas
1ª edición:
septiembre de 2013
ISBN:
978-84-15578-94-9
Gracias
a la editorial Impedimenta hemos podido tener entre las manos y disfrutar de
varias obras maestras de Natsume Sôseki: Soy un gato, Botcham, Sanshiro,
Daisuke y La puerta. Con “Luz y oscuridad”, su novela póstuma e inacabada,
viajamos de nuevo al laberíntico mundo interior de Sôseki y se nos invita a
conocer las costumbres del Japón de hace más de cien años, sumido en sus costumbres
milenarias y desconcertado por los nuevos aires que provienen de tierras
extrañas, de Occidente.
Yoshio
Tsuda, el protagonista de “Luz y oscuridad”, es una persona enferma que acaba
de casarse con O-Nobu. El matrimonio es por decisión propia y no por conveniencia
familiar como era tradicional en esa época. Este hecho destapa suspicacias en
diversos personajes, incluso envidias, que afectan la convivencia de la pareja y
de manera indirecta repercuten negativamente en su economía. Tsuda, que
pertenece a una familia acomodada, vivirá graves problemas económicos que le
obligarán a moverse por terrenos resbaladizos y a convertirse en marioneta de
tres personajes que lo manipulan.
O-Hide,
la hermana de Tsuda, desprecia a O-Nobu, tomando el papel de antagonista de la
joven que decide luchar con todas sus fuerzas para conservar su matrimonio, ya
que para ella es la única forma de realizarse como mujer.
Estratégicamente
se provoca el encuentro en un onsen entre
Yoshio y una mujer que amó en el pasado. ¿Cuál es el objetivo? Al ser una novela inacabada nos encontramos
con un final que se puede definir como abierto.
La
imaginación del lector, pero sobre todo el análisis de los simbolismos que se
hallan a lo largo de todo el texto nos ayuda a entrever ese final que la enfermedad no le permitió escribir al autor.
Kenzaburo
ôe, premio nobel japonés, es el autor de un interesante postfacio incluido en
esta edición. Analiza la estructura de la obra, tanto superficial como
profunda, mostrándonos los simbolismos que Sôseki nos muestra de forma sutil,
como un reto al intelecto, en cada uno de los capítulos.
——El
crisantemo, flor del oro, también llamada flor del sol, es el sello imperial de
Japón. En esta edición quiero destacar una bella ilustración de crisantemos
rojos con algunos pétalos rosados. Se dice que un solo pétalo de esta honorada
flor, colocado un vaso de vino atraerá una vida larga y saludable. Según el significado
de los colores, el rojo denota pasión y el rosa fragilidad.
Tal
vez la ilustración de esta obra también sea un símbolo.
Griselda Martín Carpena
19-2-2014